Memoria histórica: “Un vago es un faccioso”. La izquierda ha pasado de considerar a los vagos como facciosos a considerarlos un bien público
¿Hay que financiar a un jeta que no se esfuerza sólo porque sea pobre? La izquierda dice que sí. Un diputado socialista, por ejemplo, escribía en su cuenta de Twitter que “Wert cuestiona que quien no saque 6,5 siga en la universidad, pero si saca 5 y tiene dinero que continúe”.
No obstante el padre de un alumno, si tiene dinero, le puede pagar a su hijo 20 veces el mismo curso o le puede prometer un Lamborghini si saca un 5. ¿Tiene el estado que prometer un Lamborghini a todos los inútiles que no quieren estudiar para igualar la oferta de papá?
¿O la obligación del estado, como mucho, es ofrecer la oportunidad de estudiar sólo a quien quiera y pueda aprovechar la oportunidad?
Podemos realizar el esfuerzo de pagar los estudios de un chaval que quiere estudiar y está dispuesto a aprovechar la oportunidad que le damos.
Pero si él no quiere y no la aprovecha, ¿tenemos la culpa los demás?
El estado puede dar a los alumnos con menos recursos la posibilidad de aprovechar una beca, pero no la posibilidad de desaprovecharla.
El dinero con el que se pagan los estudios de alguien que no quiere esforzarse estudiando no cae del cielo, sino que sale de las personas que todos los días sí se esfuerzan trabajando para pagarlo.
El dinero que se dedica a que un chaval estudie es dinero de menos que no se dedica a medicamentos, a carreteras o a dotar de mejores medios a la Justicia.
Si en el dinero que dedicamos a becas incluimos a los que no las aprovechan, también toca a menos dinero para becar a los que sí las aprovechan.
Becar el esfuerzo y la capacidad sí, fomentar la irresponsabilidad y la vagancia no.
Lo contrario es antipedagógico, ineficiente, insolidario con los que se esfuerzan, injusto con los que pagan y favorecedor del abuso. Es decir, progresista.
No se puede subvencionar la pereza.
Si la sociedad pone su parte pagando la beca, el que la recibe debe poner también su parte aprovechándola.
Y si no la aprovecha que se la pague su padre, literalmente, o que se dedique a otra cosa.