Vivimos en este siglo XXI en unas sociedades complejas donde convivimos gentes con distintas ópticas y sensibilidades ante el reto en cómo afrontar sus numerosos problemas. Por no ser uniformes en las propuestas, en las soluciones ante los problemas es más necesario que nunca trabajar para buscar el acuerdo entre distintos. Desde las distintas concepciones ideológicas, económicas y sociales se ofrecen soluciones variadas a los problemas de las personas. Todas postulan sus mejores alternativas a los temas del hambre, de la escolarización, de la sanidad, del desarrollo, etc. en definitiva, todo el mundo busca y defiende teóricamente soluciones justas y solidarias. Pero si los fines pueden ser los mismos, las medidas para alcanzarlos muchas veces son contrapuestas e incluso antagónicas.
Desde la moral unas propuestas no son mejores que las otras, ya que sólo utilizan caminos distintos para solucionar o al menos paliar los problemas. Por ello no debemos considerar que una alternativa socialdemócrata sea mejor teóricamente que otra de tipo liberal o de una conservadora. Hay que analizarlas por la consecución práctica de los fines que les guían y no por una supuesta superioridad ética. No sólo es necesario sino que debe ser posible entenderse entre distintos y por eso desde Azpilicueta Center apoyamos la necesaria clarificación de las posiciones que posibiliten la búsqueda de acuerdos o simplemente si no es posible conseguir los, si buscar la clarificación de posiciones siempre alejados de estereotipos y de insultos.
Queremos dar a conocer que la derecha tiene sus Señas de Identidad. Pretendemos argumentarlas con solvencia para así ofrecerlas a nuestra sociedad plural. Durante demasiado tiempo en aras al consenso se ha ocultado lo que pensamos y somos muchos los que entendemos que debemos mostrar nuestras ideas, pensamientos, alternativas sin rubor como camino necesario para avanzar. No queremos seguir haciendo seguidismo de los otros. No queremos ni debemos hablar de culpas, sabemos que hay responsabilidades históricas tanto en las instituciones como en ciertas ideologías, como también en las personas concretas.
Queremos hablar con sencillez, con claridad utilizando un lenguaje preciso para que se nos entienda. Queremos compartir nuestras ideas y preocupaciones. Queremos ir al encuentro de los demás. Queremos salir para dialogar con todos, sin ningún miedo ni renuncia de nuestras ideas y valores.