Las personas

Todas las personas somos distintas en aspiraciones y problemas, pero se nos trata de manera homogénea utilizando incluso medios impositivos. Desde nuestra experiencia sabemos que no es lo mismo el cambio que la reforma, cualquier innovación moral y política puede ser destructiva o beneficiosa. Todas las instituciones humanas cambian de tiempo en tiempo, sabemos que un cambio suave es lo más beneficioso para la sociedad, como de igual manera se renueva constantemente el cuerpo humano. Lo inteligente es procurar conciliar el necesario crecimiento sin alterar lo esencial de nuestras vidas guiadas por nuestras tradiciones sociales y morales.

Los hombres y las mujeres alcanzan el máximo grado de felicidad cuando sienten que pueden vivir en un mundo estable, avalado por valores perdurables.  Muchos conservadores no son ni ricos ni poderosos suele ser a los de menor poder económico a los que más les puede interesar estás ideas que les garantizan su libertad personal, su seguridad personal y el de su hogar. Les procura igual protección al margen de su riqueza, del derecho a los frutos de su trabajo y la oportunidad de dar lo mejor que llevan dentro. Vivir en una sociedad menos intervencionista es un placer.

Tendrán derecho a una personalidad en la vida y el derecho a un consuelo en la muerte. Cuestiones que ayudan a  tener una mayor dignidad, personalidad y felicidad humana,  que respete la relación entre Dios y los hombres.

Muy lejos del actual laicismo radical que con su hedonismo minusvalora la fe religiosa, la virtud privada y las satisfacciones sencillas de los hombres. Pensamos que por ser realistas estamos convencidos que hoy ser conservador nos hace más felices sobre todo a las gentes sencillas, no nos consideramos portadores exclusivos de la Verdad, tenemos nuestras verdades y las queremos compartir con todos Vds.