Qué significa ser navarro

    

Ser navarro, ser español hoy

Ricardo Guelbenzu Morte

enero 2007

La historia

Es preciso tener una idea fidedigna y dinámica de Navarra. Esta tierra nuestra ha sido solar de vascones, celtíberos, romanos, visigodos, árabes, judíos y francos. Hemos tenido una andadura histórica como Reino independiente durante mas de ocho siglos y las dinastías de nuestros reyes han sido, Iñiga, Jimena, Champagne, Capeta, Evreux y Foix-Albret. Después de la separación del Reino en el siglo XVI en la parte peninsular las dinastías fueron las de España como nación emergente, eso sí con numeración propia y correlativa de Navarra. Y en la dinastía legitima asentada en ultrapuertos se convirtieron en reyes de Francia y de la Navarra francesa.

A lo largo de los siglos se ha ido formando ese sentir colectivo de unidad de los que hoy nos sentimos y nos proclamamos navarros, tanto los de la montaña como los de las riberas de los ríos, tanto de los que hablan vascuence como los que se expresan en castellano, de los que cantan jotas o zorzikos, con instituciones propias y singulares que regulan los aspectos públicos y privados de las relaciones de los navarros entre ellos y con los demás.

No pudiendo ser de otra manera, dicho sentir hay que ver lo en continuo movimiento, donde están presente tanto la tradición, como la diversidad y la innovación no contemplándolos como conceptos contrarios sino como complementarios, en continuo enriquecimiento a lo largo del tiempo.
Los condicionamientos geoestratégicos e históricos han hecho que efectivamente a lo largo de los siglos el concepto de mestizaje, de asimilación de las influencias exteriores, llegadas a nuestra tierra por ese cruce de caminos, ese lugar de encuentro y de movimiento de hombres e ideas que supuso el Camino de Santiago, nos hayan dejado una fuerte impronta.

El desarrollo económico hoy

Con una mirada a la situación actual, tal y como la viven la mayoría de mis paisanos el nivel de autocomplacencia es enorme, nadie duda de que Navarra parecía afrontar el reto del siglo XXI inicialmente bien posicionada al estar a la cabeza de las regiones españolas en la mayoría de los indicadores económicos, sociales y culturales. Sin embargo a medio plazo no podemos pensar que va a ser fácil mantener dicha posición. Yo diría que hemos tenido un buen final de siglo y que tenemos fuertes incógnitas respecto al futuro.

La economía navarra actual es el resultado de una equilibrada estructura, consolidada en la segunda mitad del siglo XX, cuando la Navarra tradicional y agraria evolucionó gracias al empuje industrial de conocidas familias emprendedoras que consiguieron dar un fenomenal impulso y caminar hacia una sociedad desarrollada. Acertada fue la política que desde la Diputación Foral se desarrollo al crear polígonos industriales, que potenciaron un equilibrado crecimiento económico.

La industria reúne el 40 por ciento de la población activa, generando el 40 por ciento del Producto Interior Bruto. Junto con Volkswagen han sido las numerosa industrias extranjeras, mas de un centenar radicadas en Navarra las que han tirado del carro del desarrollo de la región. Se utilizó una inteligente política de atracción de empresas por medio de Sodena, con las ayudas fiscales más ventajosas, y empujó también el buen hacer de nuestros trabajadores, técnicos, y directivos por su formación y calificación.

En las industrias navarras predominan las factorías de tamaño mediano y pequeño, en general cuentan con capacidad de adaptación y son competitivas, nacidas en buena medida del empresariado navarro. El 80 por ciento de los trabajadores industriales pertenecen a empresas de menos de 500 empleados. La actual situación de la industria navarra se caracteriza por el excesivo peso de la industria del automóvil y sus auxiliares, en el conjunto de la economía navarra.

Los pasos decididos y firmes por las fuentes de energías alternativas nos permiten vislumbrar un puesto de vanguardia europeo en las energías eólica, fotovoltaica, biomasa con una apuesta seria por la investigación de otras fuentes en el CENER, que nos ha hecho autosuficientes desde el punto de vista energético y hoy exportadores de energía. Todo ello nos hace vislumbrar que seguiremos con un desarrollo sostenido y respetuoso con el entorno.

A pesar de todo tenemos nubarrones e incertidumbres

Sin embargo el futuro esta lleno de nubarrones, no tanto por las especificidades nuestras que también, sino en gran medida por los condicionamientos macro económicos. En este tiempo de Globalización nadie puede pensar que el modelo actual de desarrollo sea sostenible, cuando esta muy anclado en el monocultivo automovilístico y no es lógico pensar en el mantenimiento de la Volkswagen en Landaben con su actual dimensión al menos en un medio plazo. Volkswagen se esta marchando aunque nadie se atreva a decirlo en público, y tenemos relativamente poco tiempo para buscar sustituciones.

La incertidumbre es consustancial con cualquier empresa y en un mundo terriblemente competido, en todos los sectores deja sin espacio a los mediocres, ya que hay mucha más oferta que demanda en muchos productos.

Tenemos puntos fuertes

Hay que trabajar fuerte y con imaginación, como se hace con los proyectos del Canal de Navarra, o con el del Cima. El Canal nos posibilitara entrar con fuerza en todo lo relacionado con la agricultura energética y el Cima nos esta incorporando a la investigación biomédica puntera.

Todos los esfuerzos en nuevas empresas punteras en las TICs así como los nuevos centros de investigación, nos hace tener esperanzas en que podamos trabajar en otros campos en los que podamos competir, sin sufrir tanto.

Tenemos debilidades culturales

Pero mantenemos importantes debilidades unas por nuestra forma de ser, ya que somos demasiado chauvinistas, nos creemos muchas veces el ombligo del mundo, poco abiertos a las ideas y a las positivas influencias externas, muchos viajan para confirmar que ¡como en casa nada de nada!, que vivimos en la mejor tierra, hacemos demasiado poco caso a nuestro santo navarro y patrono universal San Francisco Javier, él si que tuvo una misión abierta al mundo.

Otra debilidad pienso que es el poco espíritu empresarial que tiene nuestra juventud, muchos dicen sin ningún rubor que aspiran a ser bomberos, policías forales, enfermeros o funcionarios de hacienda. El número de funcionarios forales es impresionante, ha llegado a cerca de 21.000 personas, la mayor empresa foral, con las pocas horas que trabajan (1.530 horas al año) es una auténtica vergüenza, producto de la milonga de las 35 horas, con unas fuertes dosis de absentismo y con unas doscientas horas por debajo de lo normal en el resto de convenios.

La Navarra que conocimos en nuestra niñez, hace tan sólo cincuenta años tiene muy poco que ver con la actual, el cambio ha sido espectacular, jamás podíamos haberla soñado con unos niveles de bienestar como los actuales, el pero es que nos estamos acostumbrado a ellos como si siempre vamos a seguir progresando en las cuotas de desarrollo, como si no se puede ir para atrás, como si siempre se tiene “derecho” a todo, y no se pudiese perder posición (llevamos muchos años creciendo), y lógicamente sabemos muy bien los empresarios que las cosas son dinámicas, y que sino acertamos entre todos ¡claro que podemos retroceder!

El principal problema que tenemos es el nacionalismo vasco

Ante la larga historia del exceso nacionalista del franquismo, los nacionalismos periféricos reaccionaron ante el advenimiento de la Democracia con la exaltación exagerada de los suyos, es la eterna historia pendular que ha apoyado en exceso la izquierda española. Los nacionalistas relacionan a los que nos sentimos españoles con el franquismo como medio de desacreditar a España. Todas las ideologías han hecho sus deberes y han revisado su pasado, se han resituado y autocriticado, tanto los que apoyaron al Franquismo, como los que desde la izquierda apoyaron a la Dictadura del Proletariado, eso sí los nacionalistas siguen sin revisar nada de nada, por lo que aún estando en franca decadencia intelectual y moral, ésta no se percibe en sus territorios por que son inasequibles al desaliento y profundamente deshonestos con la utilización torticera de sus cuotas de poder en sus autonomías, socavando día a día el proyecto común y por la debilidad de sus oponentes constitucionalistas que les han dado y todavía les dan demasiada cuerda por las necesidades de acuerdos parlamentarios -hay que cambiar la ley electoral-, ya que estos nacionalistas están claramente sobrerepresentados.

Conseguido el desarme ideológico de los demás, y utilizando el diálogo como valor absoluto por encima de otros valores, hacen que nos encontremos con una gran incapacidad en el modo de abordar los contenciosos con nuestros propios nacionalistas, que continuamente están pidiendo más y más transferencias, en definitiva mas poder, que potencie una mayor descentralización del estado para hoy, como paso de la preparación a un mañana independiente.

Lo que se consiguió pactar una vez con gran esfuerzo en aras a solucionar un problema histórico en el momento de la Transición, hoy ya no se tiene en cuenta. La utilización tendenciosa de sus competencias a lo largo de treinta años sólo han servido para alimentar sus tesis y mantener la tensión con Madrid, propiciando la discusión permanente y el consiguiente victivismo, buscando siempre una ocasión propicia para plantear de nuevo -sin ningún rubor- que lo que fue un techo competencial ayer, hoy ya no sirve, y presentan la nueva pretensión como la base indiscutible –pensar lo contrario sería ser un facha centralista-, ya que los acuerdos anteriores están superados por la realidad actual, utilizan la aparición de Internet y la sociedad de comunicación como situaciones nuevas para avanzar en el autogobierno, y postulan que para alcanzar la mayor felicidad para sus ciudadanos necesitan más competencias. Ya que si no hacen mas cosas por sus ciudadanos la culpa la tiene Madrid porque no les da las competencias suficientes.

Así poco a poco avanzan unos pasos más en la debilitación-destrucción del estado común y en la configuración de su nueva realidad de pequeños estados dentro de la UE pasando por un estado seudo federal -que no recoge hoy nuestra constitución-, eso sí sin perder la conexión con el buen mercado español opresor al que vender sus productos. En muchas ocasiones los nacionalistas están acompañados en sus pretensiones o en unas parecidas, por esas pequeñas clases políticas regionales, que fundamentalmente están conformadas por los dos grandes partidos mayoritarios pero que a la hora de tener más presupuestos que administrar en “su” región o nacionalidad, se comportan como los mas desaforados nacionalistas en su afán de aumentar sus cuotas de poder.

Terrorismo vasco

España no esta en guerra, y por ello es falaz, la terminología de acabar con el conflicto, o de iniciar un proceso de paz, etc. La banda terrorista ETA se dedica a matar y extorsionar como medios para conseguir sus fines políticos, ya mató en la Dictadura y ha matado mucho más en la Democracia, no podemos aceptar sus locas tesis de que Euskadi sea una colonia de España, ni que por que deje de matar tenga que alcanzar objetivos por los que asesino y extorsiono. Deben abandonar las armas porque no tienen ninguna posibilidad de doblegar a España, y porque no tienen razón, pueden defender sus tesis con los medios de la democracia como los demás partidos si abandonan la violencia y la condenan.

La violencia de genero, sigue a pesar de la legislación que la persigue, y nadie se plantea dialogar con los asesinos de mujeres. El argumento de que el terrorismo dura desde hace mucho tiempo, no lo debemos de tener en cuenta, es como si dura siempre, no por ello tienen razón ni se debe ceder en cuestiones políticas claves, ni se debe uno pasarse a sus tesis por muy cansados que estén algunos. Debemos defender los valores en los que creemos, y sostiene la Constitución Española.

Hemos perdido demasiado tiempo cediendo y cediendo, pensando que así solucionaríamos el problema, como siempre han vendido los nacionalistas sensatos, cada vez el panorama lo han ido complicando, y hoy no es nada esperanzador, sólo nos queda confiar en el revivir de la concepción de una España de los ciudadanos, que apueste por la igualdad y la solidaridad.

Se está creando un movimiento ciudadano importante en las últimas manifestaciones convocadas por la AVT, se ha iniciado un camino, y sobre todo en la última del Foro de Ermua en Madrid. Necesitamos ganar voluntades para dar la batalla de las ideas contra los nacionalismos periféricos y de los que les apoyan, que tanto debilitan nuestro tejido social, y nos hacen perder tantas energías en cuestiones que nos despistan de problemas de fondo que siguen pendientes sin abordarse.

Es nefasta la agresividad del nacionalismo vasco en sus diferentes variantes, con agresiones continuas a la propia identidad navarra, con el cuestionamiento permanente de nuestra historia, de nuestra realidad presente y con continuos intentos de hipotecarnos el futuro. Todos esperábamos que la realidad apuntaría a que en el marco europeo los nacionalismos disminuyesen, pero por el mal enfoque del problema y por las continuas cesiones a los nacionalistas, estamos enquistando el problema.

La forma de expansión, y de penetración de sus posiciones nacionalistas en muchas zonas de nuestra tierra la han planteado como recuperación de unas hipotéticas Señas de Identidad, en un plano meramente cultural, apoyándose en danzas, folklore y sobre todo utilizando el vascuence como arma estratégica, apostando por una política a largo plazo que les permita ir ganando poco a poco posiciones, que hoy no tienen, como lo demuestra las repetidas encuestas al apoyar la realidad diferencial de Navarra, el 80% de los navarros.

Hay que hablar claro y sin complejos, no tenemos nada contra el vascuence, pero hay que apostar por que nuestra juventud domine el inglés, y después el chino y no prioritariamente el euskera. No tenemos que tragarnos que lo progresista es volver a una presunta arcadia feliz, hoy desaparecida y que probablemente nunca existió. No estamos hoy por condenar a la Roma histórica por la conquista de Iberia, reivindicando a los celtiberos frente a romanos, aceptamos la visión realista de la historia, que la protagonizaron nuestros antepasados ya que somos producto mestizo de ella. No queremos resaltar a una de las partes frente a las demás, y no renegamos de ninguno de nuestros antepasados, hayan sido celtíberos, francos, castellanos, judíos, musulmanes o euskaldunes, ni por supuesto a esa nueva remesa de nuevos navarros que son todos los emigrantes recién llegados y que suponen ya el 10% de la población actual.

Navarra debe apostar por la modernidad, por ser una sociedad abierta al mundo, solidaria, y en la que se pueda vivir, innovar, exportar, y competir sin complejos. Que no mire tanto al pasado y se preocupe un poco mas por preparar un futuro mejor para todos, sin exclusiones en el marco de la España constitucional y dentro de Europa.

Por que me siento español

Me siento orgulloso de nuestro pasado, me gusta la estela que nos han ido marcando ilustres personajes históricos como Séneca, Marcial, Culumela, Viriato, San Isidoro, Recaredo, Pelayo, García Arista, Sancho III, e Isabel de Castilla. Estoy orgulloso de nuestros antepasados que lucharon contra los invasores islamistas y en especial del papel del Rey Sancho VII. Estoy orgulloso de nuestros pintores, Velázquez, Goya, Picasso, Barceló, de nuestros escritores Cervantes, Quevedo, Góngora, Fray Luis de León, Valle Inclán, Galdós, Unamuno, Baroja. Estoy orgulloso de nuestros santos San Isidoro, Santa Teresa de Jesús, Santo Domingo Guzmán, San Ignacio de Loyola, de nuestros navegantes y descubridores, Colon, Elcano, de nuestros colonizadores, Hernán Cortés, Valdivia, de nuestros evangelizadores, Bartolomé de las Casas, de la Escuela de Salamanca,…de nuestros músicos Padre Vitoria, Albeniz, Falla, de nuestros arquitectos Herrera, Calatrava.

Una España con sus luces y sus sombras como casi todas las naciones del mundo, pero con muchas mas glorias que penas, que no puede ni debe renunciar a su tradición judeocristiana, que descubrió un continente, y evangelizó medio mundo. Donde su hijos llegaron hasta los rincones mas lejanos de muchas regiones de la tierra y donde dejaron sus huellas, como las podemos ver en los muchos toponímicos de origen español que hay por todo el mundo.

El repaso de la historia siempre nos deja un sabor agridulce, sucede lo mismo como con la propia familia que cada uno, sabemos reconocer como familiares o antepasados a los que nos caen mejor, y a los que no nos caen tan bien, tanto a los parientes listos como a los tontos, lo que no debemos hacer es juzgar con la mentalidad de hoy a una sociedad pretérita, ya que no podemos rehacer la historia y adecuarla a lo políticamente correcto de este u otro momento histórico, por que no es justo ni con nuestros antepasados ni con la historia.

El presente y el futuro lo contemplamos necesariamente dentro de un acuerdo, de una forma de entender la convivencia y el futuro de los españoles, dicho acuerdo no es otra cosa que la actual Constitución Española y que solamente con otro un gran consenso será la manera de volver a renegociarla o modificarla. El sujeto político es la nación española expresada por la voluntad política de todos los ciudadanos españoles mayores de dieciocho años convocados en consulta democrática.

Una nación que en este momento hay que reivindicar como realidad presente incuestionable y con proyección de futuro, es hoy el momento de levantar la bandera de la pluralidad, del espíritu de la Transición, de la reconciliación entre los españoles, como suma de individuos libres y no como suma de diferentes pueblos. La concepción de España debe ser lo suficientemente amplia para que todos tengamos cobijo, siendo una España de ciudadanos libres, de españoles.

Debemos reivindicar hoy mas que nunca la manera de ser españoles de Machado, de Azaña, de Ortega o de Prieto, la de una España liberal tantas veces frustrada por generales golpistas como señala García de Cortazar. Es bueno que todo el mundo se sienta a gusto tanto en sus especificidades, como en lo que nos une a todos los españoles, que es mucho más de lo que nos separa, es decir apoyamos la unidad y la diferenciación, pero no como búsqueda de la separación sino como enriquecimiento general en la forma de ser español en el siglo XXI.

Hoy son un orgullo para todos nosotros los nuevos jóvenes españoles que destacan en el mundo del deporte, como Gasol, Nadal, Alonso, Pedrosa, así como los deportistas que tan buenas posiciones alcanzan en los deportes de equipo. Nos sentimos orgullosos de tantos otros españoles anónimos que trabajan en el mundo de la Cooperación Internacional, así como de los numerosos misioneros españoles en todos los confines del mundo. Tambien son un ejemplo los soldados españoles en la misiones de Paz o en las de Guerra en caso necesario, como la de todos los jóvenes investigadores que trabajan en los departamentos científicos de las universidades o en los laboratorios-departamentos de I+D de empresas punteras.

Nos sentimos orgullosos de empresas que han alcanzado unos desarrollos formidables, y cuentan con una dimensión multinacional como Telefónica, Grupo Santander, BBVA, Endesa, Cepsa, Acciona, Repsol, de las buenas constructoras ACS, Ferrovial, FCC, de las empresas de confección como Zara, Mango, que consiguen dar muchas emociones positivas, por muchas ciudades del orbe, a mucha gente joven. Así como a tantos otros españoles que se han sabido internacionalizar sus empresas llevando el buen hacer de nuestra tierra a tantos clientes por todo el planeta.

Hacen gran labor los buenos profesores de español en los Institutos Cervantes, que así promocionan el estudio de nuestra lengua. Como en general la mayoría de nuestros conciudadanos que trabajan silenciosamente y honradamente en el día a día, con el objetivo de vivir en paz y en libertad, ser buenos trabajadores y disfrutar con la compañía de sus seres queridos dentro de la España actual.