En primer lugar, es preciso aclarar lo que no es el cheque escolar. El cheque escolar no pretende ni la eliminación de la escuela pública, ni la eliminación del derecho universal a la enseñanza. El cheque escolar es un cheque que el estado entrega a los padres para que estos elijan en qué colegio quieren que estudien sus hijos. El cheque escolar supone que, en vez de financiar a los colegios, sea a las familias a quienes se financie. De esta forma se consiguen inmediatamente varias ventajas notables sobre el sistema actual.
- Se garantiza a todos el derecho a la enseñanza.
- Los padres pueden elegir el colegio.
- Los colegios deben competir y ofrecer la mejor calidad para atraer las matrículas.
- Libertad y diversidad
Vivimos en una sociedad plural. El denominador común de todas las familias es que todas buscan la mejor educación para sus hijos. Pero unas familias querrán colegios religiosos y otras no. Unas querrán que sus hijos aprendan vascuence y otras querrán que sus hijos aprendan inglés. Unas querrán que la educación de sus hijos dedique especial atención a las artes. Otras querrán que esa atención especial la reciba el deporte, la ciencia, la formación profesional… Desde este punto de vista, al no existir libertad de elección, el modelo actual confunde la universalidad con la uniformidad. Sólo los más favorecidos, de hecho, tienen recursos para poder elegir. Un modelo plural, como lo es de hecho la sociedad, sólo es posible con un modelo educativo basado en la libertad.
Características del cheque:
En el modelo concertado, el dinero lo da o no lo da el gobierno al centro concertado. En el modelo del cheque escolar, el dinero lo tiene que entregar el gobierno a cada familia. En el modelo concertado, el poder lo sigue teniendo el estado. En el modelo de cheque escolar, el poder lo tienen los ciudadanos. Subvencionar a los estudiantes otorga más libertad a las familias y a los colegios.
La cuantía del cheque escolar es el coste por alumno que pagamos con los impuestos devuelto en forma de cheque. Puede ser una cantidad universal o puede ser una cantidad distinta mayor para las rentas menores y a la inversa.
El cheque escolar efectivamente es un problema para algunos colegios, concretamente para los que no tengan demanda de los ciudadanos.
El modelo no favorece a la educación pública ni a la privada sino a la mejor educación, que lógicamente será la que elijan los padres. La educación pública no tiene nada que temer mientras ofrezca mejor calidad que la privada.
Si la demanda de privados es mayor que la de públicos, habrá que privatizar centros públicos o cerrarlos y abrir otros privados. O a la inversa. Sería una consecuencia de la libertad. Pero nadie mejor que los propios ciudadanos para decidir cuántos colegios públicos quieren y cuántos colegios privados-concertados.
La cantidad de estudiantes, plazas y hasta colegios o profesores necesarios permanecerá casi constante con uno u otro modelo. Lo que cambiará será la distribución del tipo de colegios. Esto ya no lo decidirá el estado sino libremente la demanda de los ciudadanos.
Es también la demanda de plazas de las familias la que debe determinar las líneas que debe ofrecer en cada curso cada colegio, la apertura de nuevos colegios o el tamaño de los colegios, no la imposición administrativa del estado ni la ideología de los gobiernos.
El cheque escolar devuelve la capacidad de decidir a las familias quitándoselo al estado. La educación deja de depender de quién gane las elecciones lo que al final favorece a la calidad y la libertad educativa de todos los ciudadanos. No hay calidad allí donde no hay capacidad de elegir otra cosa.
No hay calidad sin libertad.
Una vez que los ciudadanos se acostumbren a decidir por sí mismos, será difícil que el estado vuelva a quitarles esa libertad. Es comprensible por tanto que se resista a dársela.
El miedo al cheque escolar es sólo miedo a la libertad, miedo a lo que puedan elegir libremente los ciudadanos. O deseo de imponer a las familias una decisión que ellas no tomarían. A ambas cosas se le pueden poner algunos nombres.
¿Y qué sucede donde no llega la enseñanza privada? Entonces y sólo entonces acaso tiene sentido que llegue la enseñanza pública como única oferta. Sin embargo esto supone un cambio total de la concepción estatalista actual, puesto que la intervención pública pasa de ser la norma a convertirse en la excepción.
Usted probablemente preferiría el cheque escolar, dadas las circunstancias
Imagínese el partido político que usted más deteste con mayoría absoluta en el Parlamento y legislando sin contemplaciones sobre la educación de sus hijos. ¿Preferiría usted el cheque escolar o que sus hijos queden indefensos ante el partido político que usted más detesta? Pues que el partido político que usted más detesta llegue al poder, si no lo está ya, seguramente es sólo cuestión de tiempo. La alternativa al adoctrinamiento por turnos, salvo que alguien sea tan bobo de dejar que el otro adoctrine tanto cuando manda como cuando está en la oposición, es la libertad permanente. Y la forma más eficaz de libertad permanente es el cheque escolar.