Hoy asistimos al auge de ciertos mitos en la sociedad contemporánea, muchas personas aunque se presentan como ilustradas, racionalistas, tecnificadas e incluso descreídas, se comportan de manera muy emotiva y confiada, manifestando demasiada fe en mitos sociales e históricos, de muy poco fundamento.
Desde los medios de información nos están bombardeando con falsos mitos, que les hace perder credibilidad: presentando versiones idílicas sobre las ONG, publicitando como veraz a un ecologismo ramplón y mentiroso, tergiversando la propia globalización. Hoy es difícil encontrar medios que nos cuenten las cosas desde un punto de vista profesional, nos parece normal que haya que leer tres periódicos para entender lo que pasa en el país, se admite sin pudor que en muchos casos se nos presentan los aspectos secundarios como principales, ya que son los más llamativos, emotivos y entretenidos, y así al carecer de un análisis profundo, por su distorsión, nos llevan a la desinformación, a la “no-veracidad” de las cosas, a la post verdad….
Prácticamente todos los medios de comunicación están mediatizados por su ideología, y saben lo que es políticamente correcto para sus intereses, por lo que callan lo que deben callar, y exageran lo que deben exagerar. Se utiliza en ocasiones el doble rasero -Vg. si fuesen los norteamericanos los que aplicasen la nueva política europea sobre emigración, ya habrían puesto el grito en el cielo todos los medios bien pensantes-, ya que con esta política europea se generalizara la existencia de nuevos Guantánamo europeos para emigrantes. Silencio e hipocresía europea, sic..
Aun siendo éticamente abominable, hoy la autocensura es un comportamiento muy extendido. Vemos como muchos periodistas, intelectuales y ciudadanos en general, se niegan a expresar en público sus ideas, dejando el campo libre para la apología de muchos temas políticamente correctos desde el poder, como son la memoria histórica, la apología de la homosexualidad, la discriminación positiva de las minorías, posturas a favor del aborto, del suicidio asistido, del ecologismo mentiroso sobre las causas del calentamiento global, etc. Con lo que ideas inicialmente minoritarias se van oficializando y se van afianzando, sin que se les presente casi ningún tipo de oposición argumentativa.
Hoy apenas se pueden ver en los medios, las cada vez mayores denuncias acerca de la exageración del calentamiento global, de como las emisiones de CO2 no son las responsables del cambio climático. Nadie cita a Omar Baddour, Anton Uriarte, Steve McIntyre, Vicente Gray, o al presidente checo por no ser políticamente correctos, e ir en contra de los intereses aglutinados detrás del Panel Internacional contra el Cambio Climático, el IPCC de la ONU.
¡Cuánto nos acordamos de aquellas previsiones catastrofistas y nunca cumplidas del Club de Roma en los años sesenta! Sobre la terminación del petróleo, etc. De todos nosotros depende que este estado de cosas cambie, y no se nos siga manipulando con tanta facilidad y con tan poca vergüenza.