¿Hacia donde va el mundo?

 Junio 2006

Antecedentes

Para entender a rasgos generales la situación actual es preciso mirar retrospectivamente al menos hasta hace 350 años, y recordar que los europeos hemos estado luchando entre nosotros casi de forma continua, padeciendo al menos una guerra en cada generación, la causa hay que buscarla hasta la Paz de Whestfalia en el año 1648, de allí surgieron una serie de Estados Soberanos de características mas o menos similares, donde no estaba clara la supremacía de ninguno de ellos y en la lucha por prevalecer unos sobre otros le conmino continuas guerras hasta hace pocas décadas.

Bipolaridad

Es en el siglo XX en su primera mitad con las dos Guerras Mundiales (que en esencia fueron dos guerras europeas) donde se terminó por configurar un Mundo marcado por la Bipolaridad de la Guerra Fría, que supuso una pugna constante entre las dos grandes potencias nucleares la URSS y EE.UU. Como consecuencia inmediata, vivimos durante muchos años bajo la amenaza nuclear y con la posibilidad real de haberse desencadenado un Holocausto Nuclear.

Nunca estuvo claro cual de las dos potencias iba a prevalecer sobre la otra, muchos apostaban que irremediablemente el triunfo a medio plazo caería del lado de la URSS al ser la potencia emergente, donde en el espacio de muy pocos años había conseguido avances espectaculares: al contar con un poderoso aparato económico militar,  con el más numeroso y mejor ejercito de tierra del mundo, con el mayor número de divisiones acorazadas; con clamorosos éxitos en lo que se denomino la carrera del espacio; por su gran prestigio entre las naciones emergentes del Tercer Mundo donde en tan sólo unos pocos años y apoyándose en los movimientos de liberación, impulsaron y consiguieron la descolonización apresurada de numerosas jóvenes naciones y así consiguió expandir sus áreas de influencias; por el gran apoyo tanto de intelectuales de prestigio como de numerosas  capas de la población del mundo libre al servirse tanto de los  Partidos Comunistas como de sus áreas de influencia y de un sin número de movimientos sindicales, de masas y culturales.

Este panorama de equilibrio inestable cambia de manera radical, cuando el tanden formado por el Presidente Reagan y la Premier inglesa Ms.Thacher, en vez de insistir en las viejas políticas de coexistencia pacífica, de la aceptación irremediable de unos hechos que al parecer no se podían cambiar, de acurruncharse ante la marcha ascendente de la URSS, optaron por no tener miedo a enfrentarse a importantes corrientes de opinión que apoyaban amplias capas de la población en sus propias sociedades occidentales, levantaron una lucha de ideas en primer lugar, que supuso la apuesta por las  posiciones liberales, de poner en cuestión que el mejor camino para la mejora de las condiciones de vida y de trabajo de la población sea irremediablemente el crecimiento constante del Estado del Bienestar, basado en rancias concepciones socialdemócratas que empezaban por entonces a apuntar debilidades estructurales, y en cambio ellos apostaron por enfrentarse a los problemas internos y externos con coherencia, con una nueva concepción de búsqueda de la eficacia al favorecer la pura competencia del mercado y un menor intervensionismo del estado, apoyaron un modelo de desarrollo económico más eficaz por liberal que intervensionista,  con lo que dieron una batalla de ideas en las propias sociedades y en sus relaciones exteriores. En la lucha por la ideas es de destacar la gran importancia de las numerosas y valientes intervenciones del Papa polaco denunciando al sistema que también conocía por experiencia propia.

En un segundo lugar les llevó a implementar la lucha económica al conseguir ser más eficaces, con más libertad de mercado desarrollaron más eficazmente la innovación tecnológica lo que les llevo en 1989  -ya en pleno cenit por la pugna económico militar-  a desarrollar la  famosa Guerra de las Galaxias = Paraguas Nuclear, que ayudó a acelerar el colapso económico y social del llamado Socialismo Real por que su sistema no pupo responder al desafío planteado, con las consecuencias en un primer momento de la Caída del Muro del Berlín, y después como un castillo de naipes el derrumbe estrepitoso de la URSS , y la aparición de numerosos nuevos estados.

Unipolaridad

La nueva situación se caracterizó por el inicio de una nueva etapa donde la Hegemonía Americana es incuestionable al desaparecer el único otro contrincante, y desembocar en esta época Unipolar con una única superpotencia. La nueva situación dio paso a la famosa década de los felices años noventa donde hubo  avances en todos los terrenos, tanto en Seguridad con un menor número de conflictos bélicos en el mundo, como en Prosperidad con muchas capas de la población saliendo de la pobreza y un aumento de la riqueza en todo el Mundo, como por último en el desarrollo Democrático del Mundo donde han aumentado el número de países democráticos de manera significativa.
Globalización

Pero irrumpió de golpe el 11 de septiembre de 2001 (11S), y comenzamos realmente el Siglo XXI con una nueva amenaza terrorista, donde hoy no sabemos a ciencia cierta en cómo terminará y como se desarrollará puesto que nos encontramos una vez más con la dificultad de controlar la Globalización, donde todo está más cercano, con unas fuertes vinculaciones económicas, informáticas y digitales, donde nada humano nos es ajeno, y donde hoy no contamos con instrumentos idóneos para hacer frente eficazmente a todos los nuevos problemas actuales: el terrorismo al haberse desarrollado a escalas importantes no conocidas hasta ahora; la posibilidad real de utilizar fácilmente armas de destrucción masiva; la existencia de estados delincuentes; el narcotráfico, la delincuencia organizada junto con el blanqueo de dinero; las migraciones de importantes cantidades de personas; la velocidad con el que se mueve el dinero en los mercados mundiales; la espectacular circulación de mercancías y la piratería de las mismas; los problemas medioambientales por el calentamiento global, polución y la circulación de residuos, y por último los  riesgos de epidemias y circulación de virus.

¿Quién debe controlar estos problemas?

En principio debe ser la ONU, pero todos sabemos que es una organización necesaria pero no suficiente, al contar con debilidades estructurales importantes ya que sólo representa estados; donde los votos son ficticios al no representar por ejemplo a las poblaciones de los estados miembros, vemos como la India y de China que cuentan con el 33% de la población mundial, les corresponden sólo el 1% de los votos en la ONU; al no contar con un Ejercito propio ni tener un Presupuesto suficiente, sus resoluciones no las puede imponer y muchas veces no dejan de ser sólo programáticas o morales; muchos de sus miembros NO son estados democráticos y ni tan siquiera lo pretenden ser; los miembros permanentes del Consejo de Seguridad con derecho a veto, cuentan con anomalías como la ausencia de países super poblados (India, Brasil, México, Nigeria, Indonesia) y la presencia de estados como el francés y ausencia de los perdedores de la II Guerra Mundial (Alemania, Japón).

Papel norteamericano

Siendo conscientes de la debilidades de la ONU que todos conocemos, también vemos que el mundo hoy como señalamos antes es Unipolar, por que es incuestionable que la hegemonía norteamericana es enorme, EE.UU: es el tercer país por la superficie de su territorio; el tercero en población con 300 millones, sólo superado por India y China; el primero en el Producto Interior Bruto suponiendo el 30% del total; el primero en Liderazgo Cultural con la influencia del inglés como lengua franca y con fuertes medios como las TVs, y Hollywood; el primero en Investigación y Desarrollo (cuenta con el 80% de los Premios Nóbel, y del ranking de las 20 primeras universidades del mundo, 17 son norteamericanas); y sigue siendo la primera Potencia Militar (lo que explica que ya apenas hay guerras convencionales por su aplastante superioridad, y de ahí una de las causas del resurgir de un nuevo tipo de terrorismo).

No nos conviene olvidar que la mas antigua democracia la siguen teniendo los norteamericanos, con más de 200 años de vida democrática ininterrumpida , que nunca han tenido inclinaciones hacia ningún tipo de totalitarismo, y que siempre han tenido elecciones cada cuatro años al margen de las circunstancias excepcionales del país.

Pero……

A pesar de su supremacía los problemas mundiales actuales no los pueden gestionar solos los norteamericanos, por muchos motivos, que van desde la falta de legitimidad en muchos casos, ya que con todos sus defectos está en la ONU, o en algunos casos está la propia Unión Europea; en otros se debe a la falta de apoyo interno dentro de los propios norteamericanos para embarcarse en acciones exteriores; y por último también es importante la falta de recursos que supone ser el gendarme en solitario no sólo para los americanos, ya que si repasamos la historia los problemas financieros los han tenido en todas las épocas todos los poderes económicos militares que han desempeñado campañas y despliegues importantes, Roma, Imperio Español, Napoleón… Así contamos con una ONU que tiene legitimidad, pero no fuerza, y con unos EE.UU. que tienen fuerza pero les falta legitimidad en muchas ocasiones y voluntad política en otras.

El papel de Europa

El sistema de la Unión Europea hasta la fecha ha sido eficiente al ir extendiendo su modelo a su entorno, puesto que los nuevos candidatos al ingreso en la Comunidad se han democratizado a la vez que apostado por un modelo de desarrollo económico eficaz. Europa no debe ser antiamericana, sino que puede y debe jugar a colaborar con Norteamérica, consiguiendo ser el pegamento entre la ONU y los Estados Unidos ya que por nuestra tradición cultural y por la defensa de nuestros valores podemos ser muy eficaces en dicho rol. Los europeos hemos vivido en un mundo feliz en las últimas décadas puesto que nos hemos dedicado a esforzarnos por lograr avances en la integración económica y política,  desentendiéndonos eso sí de los temas militares que se han ocupado los malvados norteamericanos, cosa que tenía una lógica en los años inmediatos a la finalización de la segunda guerra mundial pero que es impresentable en al actualidad.

La UE ha contribuido de forma notable al desarrollo mundial, y a la democratización de los países europeos, pero apenas ha contribuido a la Seguridad Global del Mundo, por muchas razones pero entre las más importantes es por que la UE no cuenta con una Política Exterior Común, salvo en contadas ocasiones como en el caso de Palestina, y no es probable que la tenga a medio plazo, tendremos que esperar mucho tiempo –generaciones- a que logremos una política común, para poder conciliar los intereses de los españoles en Ibero América, con los de los ingleses en su relación especial con USA y la  propia Commonwealth, o con los de los  franceses en África y el resto de su antigua área de influencia, sólo por citar unos ejemplos.

Con una Unión Europea a veinticinco miembros es necesario más tiempo -quizás varias décadas- para que vayamos aumentando el grado de integración a todos los niveles. La Fuerza Militar Europea que necesita toda política exterior no la tiene y tampoco se  la quiere plantear a corto plazo, ya que todos los ejércitos europeos tienen una concepción periclitada y homogénea de defensa de sus diferentes fronteras nacionales, que en el actual marco de integración europea han dejado claramente de tener sentido, ya que están diseñados para defender las fronteras de unos países europeos con otros, todos ellos miembros de la Unión. Es necesario que todos los europeos reorientemos el gasto militar particular y lo unifiquemos, para crear juntos una única fuerza moderna europea común sin mas dilación, invirtiendo de forma coordinada los distintos presupuestos militares actuales al menos.

Pero realmente hoy estamos lejos de plantearnos un política militar común, ya que es necesaria una labor previa de persuasión, para convencer a tanto ciudadano pacifista y bien pensante europeo, a los que les parece bien que sean otros los que hagan la labor sucia en caso necesario –como en la guerra de los Balcanes- , y que piensan que el papel de nuestros ejércitos deberían ser unas especies de ONG en laborares humanitarias en zonas conflictivas. Debemos hacer ver a nuestros conciudadanos que si hay que ayudar a pacificar una zona, hagámoslo, que bien está, pero no debemos olvidar que en lo fundamental un ejercito debe estar dispuesto a usar la fuerza en caso necesario, y que esa es su razón de ser, eso sí sujetos al control democrático.

Tenemos el convencimiento de que como norma habitual los Estados Democráticos no potencian ni luchas, ni guerras, que la Democracia siempre es un buen apuntalamiento para la Paz, y que la Democracia lleva en su germen la necesidad del respeto a los derechos humanos, y que ha sido probado que garantiza así mismo la creación de riqueza y el crecimiento de las naciones, cuestión positiva para la felicidad de las gentes.
China la gran incógnita del futuro…

Si tenemos una visión global del mundo, vemos que  éste siempre está en movimiento, que las cosas con el tiempo cambian, unas veces avanzan y otras retroceden según nuestro punto de vista, pero hoy con la globalización más que nunca las naciones no están estáticas sino todo lo contrario. Hoy podemos afirmar que la principal incógnita del mundo hoy es el futuro de China, si se siguen confirmando las  expectativas de que un fuerte y continuado desarrollo económico, es lógico pensar que dicho desarrollo económico ayudará a cambiar la superestructura política actual, pasando de su actual estado de totalitarismo atroz hacia formas más democráticas llegando con el tiempo a ser homologables.

Ahora el cómo se produzca estos cambios, si de forma convulsa que perjudicaría notablemente la estabilidad mundial o por el contrario, apoyándose en su tradición milenaria consigan hacer el transito a la democracia de manera pacífica y ordenada, si son capaces de crear y consolidar una clase media –clave en la transición española-, que haga de colchón para que no haya pasos atrás. De todas estas cosas depende en gran medida el desarrollo futuro de los acontecimientos mundiales.  No olvidemos que China es un país nuclearizado que cuenta con un inmenso ejército, que sigue manteniendo reclamaciones territoriales en todas sus fronteras -con el peligro siempre latente de la utilización de los conflictos externos para cohesionar internamente a los pueblos-; su economía es la quinta del mundo ya que lleva creciendo quince años a una media de 9%, y que de seguir así en tres décadas será la primera potencia mundial por encima de EE.UU.

El Multiculturalismo

La dignidad del hombre según los clásicos  está en la sabiduría, en la búsqueda de la verdad, en el disfrute de la belleza, en el conocimiento y en la práctica de la bondad. Sin embargo lo que hoy está más en boga, arropado por el alo de lo moderno, es el relativismo moral apoyado en la creencia de la bondad real del multiculturalismo y que tanto daño nos está haciendo, ya que es el verdadero soporte ideológico de la falta de creencia en los propios  valores de nuestras sociedades, hoy prima el todo vale, el que más da, el que hay que ser respetuosos con lo distinto, sin importarnos que precio tenemos que pagar por ello en el largo plazo.

Esta nueva manera de apreciar en exceso todo lo de fuera, es utilizada para machacar en buena medida a los mismos soportes judeocristianos de nuestra civilización -incluso no queriendo reconocerlos ni en el preámbulo de la de momento malograda constitución europea-. En ciento cincuenta años los europeos hemos pasado de considerarnos a nosotros mismos como las mejores naciones del planeta, que impulsaron toda una buena labor colonizadora  en el siglo XIX,  ya que se consideraban como las únicas naciones verdaderamente civilizadas. A considerarnos hoy como lo peor, ya que somos culpables de casi todo, muchos piensan que somos como el furgón de cola ya que tenemos siempre que estar solicitando el perdón, por los pecados horribles de nuestros antepasados.

Así podemos constatar como se tolera en la practica la realidad de la poligamia que han traído los emigrantes a nuestras sociedades, también permitimos el hacer proselitismo de las concepciones teocráticas del estado -cosa que no se permitiría si fuesen gentes de aquí los que propusiesen ese debate hoy felizmente superado-, también en nombre del multiculturalismo toleramos en la práctica la desigualdad de la mujer musulmana frente al hombre, en la familia, en su modo de vestir, en sus relaciones sociales, con argumentos de que es su tradición, y todo ello no es obstáculo para que soliciten y se les conceden las necesarias subvenciones para la enseñanza de sus creencias en libertad, bajo el amparo de la necesidad de un escrupuloso respecto al llamado multiculturalismo en nuestras sociedades occidentales.

Dialogo por encima de todo

Partiendo de este desarme ideológico y moral tan impresionante, no es de extrañar que si hay una matanza tribal en África inmediatamente responsabilicemos de la misma a la herencia de los antiguos colonizadores; de que sino llegan las ayudas económicas o culturales por que se las quedan los tiranuelos africanos locales de tal o cual nación también somos nosotros los  culpables, y en el caso de que ocurra una catástrofe natural, es lógico que sean los norteamericanos responsables directos por no haber suscrito el Protocolo de Kioto, salvo en el caso de los tsunamis asiáticos que no pueden imputárselos directamente a Bush, muchos conciudadanos nuestros -que disfrutan sin rubor de los avances de nuestras depravadas sociedades occidentales- se sienten mejores y con mayor autoridad moral al pensar que es la derecha reaccionaria occidental la que tiene la culpa de casi todos los males de este mundo.

Estos augures seudo progresistas, no tienen ningún rubor en no pedir perdón por la atrocidades históricas propias practicadas por regímenes de izquierda bien cercanos en la memoria de todos. Su falta de autocrítica no les impiden seguir pontificando sobre lo bueno, lo correcto y lo decente, como si tuviesen una autoridad moral superior al resto de los mortales.

Atención al Islam

Los valores impulsados desde el sector de la izquierda europea menos solvente, es la de apostar por la alianza de civilizaciones, cuestión que suena muy bien, y que mucha gente de buena voluntad apuesta por intentar favorecer a los sectores más moderados del Islam para hacer frente a los más radicales que apoyan la lucha literal de la Yihad al estilo de Alquaeda. Muchos de los adalides occidentales acuden a la mencionada alianza de civilizaciones sin haber demostrado antes convicciones sólidas sobre los propios valores occidentales, y en la práctica se favorece y estimula para que personas emigrantes, puedan vivir en nuestras sociedades con esos otros valores traídos de sus países de origen que en algunas cuestiones chocan frontalmente con los valores de nuestras sociedades receptoras occidentales.

Por supuesto que tampoco se les ocurre exigir ningún tipo de reciprocidad en las sociedades de origen de estos nuevos europeos que no se quieren asimilarse a nuestras decadentes sociedades y les parece bien que estén prohibidas y perseguidas la construcción de iglesias cristianas en ciertos países árabes, se siga mantenimiento la desigualdad de las mujeres en sus países de origen de cultura islámica. Y conviene no olvidar que de los 47 países musulmanes que existen en el mundo, podemos decir que tan sólo dos (Turquía y Líbano) los podríamos considerar como libres con democracias que funcionan, y que de los 18 países árabes, tan sólo 1 lo podemos considerar democrático.

Por el contrario en nuestro país en muchas de nuestras escuelas públicas salen algunas voces de padres o profesores manifestando la conveniencia de no celebrar la Navidad, o de no poner el Belén porque así no discriminamos las creencias de tal o cual niño o de los pocos niños musulmanes que también son compañeros de los nuestros. Patético pero real.

Somos unos auténticos panolis, nos falta temple estratégico.

No sabemos a donde nos dirigimos, ni donde están nuestros intereses, ni el tiempo que hay que emplear en resolver problemas complejos que son de ciclo largo, ni la magnitud del numero de personas que apoyan a los fanáticos que al parecer cada vez son capas mas numerosas de las poblaciones musulmanas, ni que tipo de psicología tienen nuestros oponentes ya que pensamos que con la invocación permanente de la necesidad de diálogo a toda costa,  como si la utilización de dicho dialogo fuese un autentico bálsamo mágico de fierabrás que solucionase todo tipo problemas complejos, ignoramos que dichos conflictos no son percibidos de la misma manera por nuestros interlocutores ya que estos tienen una percepción mucho más primaria de las cosas.

Hay que obrar con inteligencia y como es lógico habrá que intentar en lo posible el aislar a los elementos más fanáticos de los más moderados, y que sean estos los que sean el factor clave en la resolución del conflicto, pero como no nos vean unos y otros dispuestos a utilizar tanto la razón-la inteligencia, como la fuerza, en definitiva la utilización tanto del palo como de la zanahoria, no tendremos nada que hacer. Puesto que nos enfrentamos a un terrorismo fanático que poco entiende de diálogos ya que ellos se encuentran poseedores de la verdad absoluta y el resto somos basura e infieles, estando los españoles ocupando el espacio de la antigua Alandalus  y por ello en primera línea de fuego hasta que nos convirtamos al Islam.

Incluso el panorama puede empeorar si las frecuencias de las acciones del terrorismo islamista se acortaran o se terminaran de concretar las amenazas de las armas de destrucción masiva, no cabe duda que sin perder la democracia, habría que tomar medidas extraordinarias y temporales en nuestras democracias que aún en detrimento de las garantías constitucionales se pueda luchar de forma más eficaz contra esta nuevas formas de terrorismo.

Sabemos que la uniformidad cultural, de antes hoy no existe, ya que tenemos en nuestras sociedades occidentales una profunda diversidad cultural, racial y religiosa cada vez mayor. Al parecer ya son 24 millones de personas musulmanas las que viven en la Europa de los 25. Debemos saber integrar esta variada realidad dentro de nuestras democracias, y de los valores en que se apoyan estas, y adecuar la política de inmigración a lo que queremos buscar y potenciar.

Política de emigración

Tenemos que decir de forma clara que es más positivo integrar a emigrantes de origen latinoamericano, sub sahariano o de origen eslavo que a los provenientes de los países musulmanes, puesto que  desde un punto de vista estratégico el asimilar a personas tan distintas -mientras no evolucionen en una dirección de mayor tolerancia- supondría que deberíamos cambiar en profundidad nuestras propias sociedades.
Pienso que es mejor y más sencillo apoyar directamente con planes de desarrollo e inversión, a los países de origen islámico del sur del mediterráneo, para que estas personas no tengan que salir de su entorno natural, y puedan llevar una vida en prosperidad y justicia social con arreglo a sus creencias. Pero estos planes chocan con la articulación política de unos regímenes políticos que tienen muy poco de democráticos, y donde en estos momentos el aumento del fanatismo religioso es cada vez mas patente y peligroso. No es fácil una solución a corto plazo, y necesitamos todos tiempo y clarificación de ideas, y cooperación.

Ante nuestros nacionalismos

Con este desarme ideológico, al poner el diálogo como valor absoluto por encima de otros valores, nos encontramos con una gran incapacidad en el modo de abordar los contenciosos con nuestros propios nacionalistas periféricos, que continuamente están pidiendo más y más transferencias, en definitiva mas poder, potenciando una mayor descentralización del estado para hoy, como paso de preparación a  un mañana independiente.

Lo que se consiguió pactar una vez con gran esfuerzo en aras a solucionar un problema histórico, hoy ya no se tiene en cuenta. La utilización de sus competencias sólo ha servido para alimentar sus tesis y mantener la tensión con Madrid, propiciando la discusión permanente y el consiguiente victivismo, buscando una ocasión propicia para plantear de nuevo -sin ningún rubor- que lo que fue un techo competencial hoy no sirve, y lo presentan como la base indiscutible –pensar lo contrario sería ser un facha centralista-, que está superada por la realidad actual, y que para alcanzar la mayor felicidad para sus ciudadanos necesitan más competencias, avanzar en el autogobierno. Y si no hacen mas cosas por sus ciudadanos la culpa la tiene Madrid porque no les da competencias suficientes.

Ellos necesitan ante esta nueva realidad avanzar unos pasos más en la debilitación-destrucción del estado común y en la configuración de su nueva realidad de pequeños estados dentro de la UE pasando por un estado seudo federal -que no recoge hoy nuestra constitución-, eso sí sin perder la conexión con el mercado español opresor al que vender sus productos. Incluso acompañados en sus pretensiones o en unas parecidas -en mas de una ocasión- por esas pequeñas clases políticas regionales, que fundamentalmente están conformadas por los dos grandes partidos mayoritarios pero que a la hora de tener más presupuestos que administrar en su región o nacionalidad, se comportan como los mas desaforados nacionalistas en su afán de poder.

Hemos perdido demasiado tiempo cediendo y cediendo, pensando que solucionábamos los problemas, el panorama actual no es esperanzador, pero hay que confiar en la concepción de una España de los ciudadanos, que apueste por la igualdad y solidaridad, y necesitamos ganar voluntades para dar la batalla de las ideas contra los nacionalismo periféricos que debilitan nuestro tejido social, y nos hacen perder tantas energías en cuestiones que nos despistan de problemas de fondo que siguen pendientes sin abordarse.

Hoy a pesar de todo tenemos un mundo mejor que ayer

Siempre tendremos un mundo en movimiento pero debemos reconocer con alegría que frente a los negros augures de siempre que vaticinan que caminamos hacia el precipicio, siempre a peor, se han equivocado y en el último decenio han disminuido el número de conflictos bélicos, ha disminuido de manera formidable el número de  los pobres del mudo –se calcula en 500 millones, 300 millones de chinos y 200 millones de indios-. Hoy en el mundo existen 89 países que podemos considerar democráticos, que suponen ya un 46% del total.

En vez de propugnar el aporte del 0,7 del PIB para el desarrollo como manera de acallar nuestras conciencias, va abriéndose camino la necesidad de quitar las barreras arancelarias para la importación de productos agrarios, así contribuiríamos eficazmente a la lucha contra la pobreza. Hoy estamos en un Mundo de la opulencia, y por ello es intolerable la pobreza generalizada en ciertos países puesto que tenemos alimentos y medios para subsanar las hambrunas, solamente hace falta una acción coordinada (ONU, EE.UU, UE) y eficaz para solventar este problema inaceptable del hambre.

Apostemos por trabajar con inteligencia

No sabemos por donde evolucionaran los problemas actuales, ni la intensidad del terrorismo islamista, ni como evolucionara China, pero una mirada nos lleva a pensar de que a pesar de todo el Mundo actual es hoy más libre (hay mayor respeto a los derechos humanos), menos pobre (no es igualitario y todavía sigue África negra en el pozo) y más seguro (menos conflictos bélicos, no hay riesgo de holocausto nuclear) que el inmediato precedente.

Debemos reforzar las democracias eficientes y colaborar activamente los europeos y norteamericanos, cooperar con el resto de democracias del mundo, e intentar que la ONU sea más eficiente. Y no olvidar que siempre se necesitaran Normas y Policías, ya que en la vida existen y existirán delincuentes y también al parecer estados delincuentes, y para ello necesitamos apoyarnos en el Derecho y en la necesaria Coerción para imponerlo en caso necesario. Siempre habrá conflictos, situaciones nuevas y cada generación tendrán que trabajar por mejorar el mundo que se encuentren heredado de sus mayores.