Relatos pendientes de publicar de GM
La República fue un época verdaderamente turbulenta en la historia de España. Se presentó de manera inesperada por unas elecciones municipales, que produjeron la desafección no sólo de los monárquicos, sino la del propio Rey, y donde los republicanos ganaron en las ciudades, pero no en el conjunto de país por número de votos. Unos la recibieron con unas enormes expectativas, y quisieron tocar pronto el cielo, y lógicamente en seguida les llegó la decepción, cuando ganaron las elecciones las derechas. Otros la recibieron con recelo, y pronto vieron confirmados sus peores augurios. No se consiguió que de manera conjunta, por unos y por otros, se templasen los ánimos y se aunasen voluntades. Todos los acontecimientos vistos desde la distancia, caminaron hacia la contienda civil, que es en lo que terminó.
Panorama político en Navarra
Navarra contaba con 345.883 habitantes en 1930. Las ciudades más pobladas, Pamplona y Tudela, con 42.259 y 11.248 habitantes, respectivamente. La agricultura ocupaba a un 64% de la población activa. Navarra fue una provincia de inmigrantes, desde mediados del XIX, a pasados la mitad del XX. Los sectores industrial y de servicios se concentraban fundamentalmente en Pamplona, Tudela, Alsasua, Olazagutía, Vera, Villava, Marcilla, Cortes, Castejón. Nudos ferroviarios, azucareras, una papelera, una cementera, y poco más. El panorama político navarro era mucho más complicado que el actual, por un sinfín de partidos, en todos los campos ideológicos:
Comunión Tradicionalista. Los diversos grupos carlistas, los «jaimistas» (seguidores de D. Jaime de Borbón), con Tomás Domínguez Arévalo (conde de Rodezno), los «integristas» (seguidores de la defensa integral católica, separados en 1888), con José Sánchez Marco, y los «mellistas» (seguidores de Juan Vázquez de Mella separados en 1921), con Víctor Pradera, se unificaron en enero de 1932 en la Comunión Tradicionalista, la cual a partir de entonces tuvo un gran desarrollo organizativo. Realizaron una inequívoca defensa de los postulados católicos con numerosos lazos con organizaciones de este carácter, que se desarrollaron enormemente durante el periodo de la República. La consideración por su parte de que las acciones de la República eran antirreligiosas incrementó su base electoral de forma significativa. Su influencia en la Ribera y en la zona de la Montaña no sería importante hasta el comienzo de la guerra civil. Su líder más significado fue el conde de Rodezno.
Sectores católicos no relacionados con el carlismo, de orientación monárquica «alfonsina» (partidarios de Alfonso XIII): Estos estaban desorganizados hasta la creación de la Unión Navarra, el director del influyente Diario de Navarra, el alfonsino Raimundo García García «Garcilaso», como independiente, era una de las figuras más destacadas de las derechas navarras:
Unión Navarra por Rafael Aizpún en julio de 1933, la cual más tarde se integraría en la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA).
Acción Popular, era el más importante grupo católico, y el núcleo de la CEDA de España. Entre sus dirigentes estaban Ángel Herrera Oria, José María Gil-Robles, José María Valiente, Manuel Senante y José María Sagües Irujo.
Renovación Española, un grupo igualmente monárquico, fundado en enero de 1933 por Antonio Goicoechea. Siguiendo los postulados del legitimismo maurrasiano francés, con José Calvo Sotelo como líder cuando regresó de Francia en 1934.
Falange Española, fundada en 1933, por Julio Ruiz de Alda en Navarra, tenía muy escasa implantación, aunque esta se amplió ligeramente tras la fusión con las JONS en 1934. Tuvieron un pequeño arraigo en Estella, Pamplona y en la zona de la Ribera. En vísperas del Alzamiento del 1936 tenía en Navarra setecientos afiliados, de ellos 160 en la capital. Destacaron en Pamplona Fermín Sanz Orrio, Alberto Artundo, Fermín Yzurdiaga
Partido Nacionalista Vasco (PNV) mantuvo su cercanía a la Iglesia Católica en lo social y la defensa del Estatuto de Autonomía para las “cuatro” provincias vascas. Su peso en Navarra era pequeño, con presencia en Estella, Pamplona y el norte vascoparlante. Sus figuras más destacadas eran Manuel Aranzadi y Manuel de Irujo.
Acción Nacionalista Vasca (ANV) surgió en 1930 como escisión del anterior por no compartir la confesionalidad de aquel. Se definía como nacionalista vasco, laico y republicano. Su líder en Navarra fue Pello Irujo. Tenía escasa fuerza en Navarra y en las elecciones de 1936 formó parte del Frente Popular.
Partido Radical el de Alejandro Lerroux, era el partido republicano más importante y constituyó 33 comités locales entre 1931 a 1936. Su evolución fue pareja a la del partido a nivel nacional. En las elecciones de 1931 se presentó a las elecciones dentro de la Conjunción Republicano-Socialista. En 1933, se constató su alejamiento de las izquierdas: a las elecciones de 1936 se presentó en solitario y colaboró con las derechas en la gestora de la Diputación Provincial, formando ya parte del Bloque de Derechas.
Izquierda Republicana, debido a la escasa implantación de los republicanos navarros, frente al Bloque de Derechas, en 1934, tras su descalabro electoral, Acción Republicana y los otros grupúsculos confluirían en Izquierda Republicana (IR). Consiguiendo, a través de este partido, darle al republicanismo de izquierdas mayor implantación. IR logró 46 agrupaciones en Navarra en 1936., breve reseña de partidos unificados:
Acción Republicana (AR), cuyo líder nacional era Manuel Azaña y en Navarra Ramón Bengaray.
Partido Republicano Autónomo Navarro, fue el partido que más se expandió en 1931, tras la reorganización impulsada por Serafín Huder. Se integró en Izquierda Republicana en 1934. Un miembro relevante fue Mariano Ansó, primer alcalde republicano de Pamplona, el cual, sin embargo, tras las elecciones constituyentes se unió a Acción Republicana, siendo el líder republicano navarro de mayor relevancia a nivel nacional y llegando a ser ministro con Negrín durante la Guerra Civil. Y en la post guerra colaboró con el franquismo para intentar retornar el oro español a la URSS.
Partido Republicano Democrático Federal, que cobró nuevo ímpetu tras la proclamación de la República, implantándose en Cintruénigo. Era federalista y defensor de los fueros vasco-navarros, aunque tuvo escaso peso en Navarra. Presidido por Vicente Martínez de Ubago, periodista de La Voz de Navarra. También se unió posteriormente a Acción Republicana.
Partido Republicano Radical Socialista, cuyas figuras más relevantes eran Emilio Azarola, alcalde de Santesteban y Aquiles Cuadra, concejal de Tudela
Partido Socialista era el partido de izquierdas más importante y mejor organizado al inicio de la República, con cinco agrupaciones y 400 afiliados en 1931, en parte debido a la actitud conciliadora que mantuvo durante la mayor parte de la dictadura de Primo de Rivera..
Entre sus líderes estaban, Gregorio Ángulo, Ricardo Zabalza, Constantino Salinas. Socialistas y ugetistas mantuvieron buenas relaciones con los partidos republicanos y se enfrentaron al Partido Comunista y sobre todo a la CNT. A partir de la pérdida del Gobierno se radicalizó y pasó a defender un frente único.
Partido Comunista, tuvo escaso desarrollo en los primeros años de la República en Navarra, inferior incluso a su minoritaria implantación en el resto de España. A partir de 1934, bajo la dirección de Jesús Monzón, intentó llegar a la unidad de acción con los socialistas, época que coincidió con la creciente radicalización largocaballerista del PSOE. Más tarde se llego a la unificación de la Juventudes Socialistas con las Comunistas, en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU).