Eusko Matrix

Daniel Celayeta

1 noviembre 2015

Sabemos de las intenciones del Gobierno BB (Barcos / Bildu), para aprovechar todos los resortes que les dan las instituciones que ocupan y meternos de hoz y coz en su proyecto independentista ¿Cómo? mediante la recreación de un mundo virtual con el que están empeñados en convencernos a todos los navarros de que hemos sido y somos culturalmente muy vascos, y “consecuentemente” deberíamos convertirnos en buenos patriotas vascos. Para ello utilizan torticeramente el idioma como instrumento principal de su construcción nacional. La realidad Navarra hoy tiene poco que ver con lo que ellos persiguen, por ello necesitan aumentar las simpatías hacia todo lo vasco entre todos los navarros, y para ello construyen una realidad virtual, proyectando un autentico Eusko Matrix, un mundo paralelo, eso sí, necesariamente muy euskaldunizado.

Están confiados en que la recreación de su realidad virtual, termine por materializarse en efectos reales y para ello utilizan todo lo que tienen a mano: la industria cultural montada desde la CAV  en torno al euskera –que ocupa a 50.000 personas- que gasta 104 millones de € anuales, las ETB, las ikurriñas, las exageradas rotulaciones bilingües, los boletines en cualquier medio de comunicación, en ayuntamientos, en los dominios web con sus “eus”, logos, las comidas populares en pueblos de la Ribera promocionando el folklore vasco, etc., priorizando siempre el euskera sobre lo español. Como se comprueba en la hoja de ruta pro euskera en la UPNA; los boletines de la Consejería de Educación, que priorizan lo vasco hasta para informar del Karaoke del IES Valle del Ebro de Tudela; recordemos la turrada de la Sesión de Investidura del Gobierno BB. Olvidan nuestra realidad lingüística donde todos entendemos español y el vasco tan solo lo usan el 15%.

Pero ellos erre que erre, intentan aparentar que vivimos en una realidad donde todo está impregnado por lo vasco. Sin importarles si el uso del vascuence es un mero ejercicio de la libertad individual (bien por motivos culturales o sentimentales) Priorizan su utilización para crear una autentica transformación en las conciencias en el camino de la construcción nacional vasca. Necesitan dejar una profunda huella en la memoria colectiva, para que no sea fácil dar marcha atrás si su estancia en la instituciones fuese corta, o conseguir transformar en unas pocas legislaturas la Navarra actual, para que no la reconozca ni la madre que la parió. Al margen de lo políticamente correcto, quitémonos todo complejo y digamos sinceramente lo que muchos pensamos: que nos produce dolor de cabeza la txalaparta, que no nos interesa el conocimiento del vasco, que estamos muy satisfechos hablando en español y que nos es más útil aprender inglés, y por eso no dejamos de ser tan navarros como cualquiera.

Nuestra tierra ha sido siempre una tierra de diversidad, también en lo lingüístico, históricamente siempre han convivido idiomas distintos, y no vamos a aceptar imposiciones.  Defenderemos con claridad los derechos del 85 % de la población Navarra que no es euskaldun. Nuestra obligación es amparar a ese 85% de navarros que su lengua materna es el español, porque sino dentro de un tiempo -si siguen así- estaremos como en Guipuzcoa pidiendo perdón -cuando vayamos a las instituciones- por no poder expresarnos en vasco. Todavía estamos a tiempo de que nos coloquen en condiciones de inferioridad, y tengamos que asimilar su idea fuerza de que es un “mal navarro” el que no sepa o no aparente expresarse en vascuence, aunque sea en eusko guay. Nuestros nacionalistas no han entendido que se puede defender una identidad sin negar la de los demás, no se trata de enfrentar identidades, sino de tener la suficiente inteligencia para poder compartirlas como los círculos concéntricos, unos nos sentiríamos de Elizondo / vascos / navarros / españoles / europeos, y otros de Tudela / navarros / españoles / europeos.

Sabemos que el euskera no va a sustituir al español, a pesar de las fuertes subvenciones no logran en la CAV que salga del mundo educativo o funcionarial. A ellos poco les importa, ni en su propia vida partidaria lo utilizan, pero les da igual, ellos pretenden hacer que el mundo del vascuence sea exclusivamente suyo, donde sobramos los demás. A ellos no les importa tanto la lengua vasca, sino que saben utilizarla muy bien (en el concepto gramsciano) para conseguir la hegemonía cultural en Navarra que luego les llevaría a conquistar la hegemonía política, que hoy no tienen. Para ello necesitan hacer del vasco un elemento esencial y no van ha dejar de politizarlo construyendo su mundo imaginario, su Eusko Matrix.