Comienza la guerra….

En búsqueda de la memoria

Pendiente de publicación por GM

En la medida que iban llegando a Pamplona los voluntarios, el mando los organizó rápidamente. Todas las unidades de voluntarios estaban mandadas, de capitán para arriba, por militares profesionales, y la oficialidad subalterna era de origen voluntario. Las primeras unidades apenas tuvieron tiempo de prepararse, ni tan siquiera ejercitarse en la instrucción.

El general Mola envió unas pequeñas columnas (con 1.500 soldados cada una) para reforzar las posiciones de los nacionales tanto en la Sierra de Madrid y así defender Castilla la Vieja, como hacia Aragón para defender las capitales aragonesas, en aquellos primeros días, de titubeos y de indecisiones.

Se preparó de manera inmediata la salida de la Columna Beorlegui, integrada por los incipientes Tercios Navarra y Lácar, que fueron los primeros en salir el día 22 de julio, hacia Guipúzcoa.

El levantamiento se frustró en 5 de las 6 ciudades más importantes, los republicanos tenían la mayor parte de las unidades militares y de los propios jefes y oficiales. Las fuerzas de los sublevados eran escasas y con carencias importantes de munición.

Pronto los sublevados controlaron el sur y el oeste, pero no las grandes ciudades, las dos partes cometieron grandes atrocidades en las retaguardias, para demostrar que iban en serio en sus intenciones.

19 Julio. José Giral forma nuevo gobierno republicano.
20 Julio. Muere en accidente de aviación el general Sanjurjo.
21 Julio. Comienza el asedio al Alcázar de Toledo.

Bando de Joaquín Baleztena

Jefe Regional Carlista de Navarra hizo un llamamiento a los carlistas el 24 de julio para evitar los fusilamientos extrajudiciales que se estaban llevando a cabo en Navarra:

Los carlistas, soldados, hijos, nietos y biznietos de soldados, no ven enemigos más que en el campo de batalla. Por consiguiente, ningún movilizado, voluntario ni afiliado a nuestra inmortal comunión, debe ejercer actos de violencia y evitar que ante ellos se cometan. Para nosotros no existen más actos de represalia lícita que los que la autoridad militar, siempre justa y ponderada, se crea en el deber de ordenar.

Joaquín Baleztena. 24 de julio de 1936

Víctimas del bando republicano en Navarra

Las cifras del número de muertos, son dispares, pero en general tienen relación con la población de cada localidad (no en todos los casos, pues hay poblaciones con un número desproporcionado para su población, como Lodosa, Mendavia, Peralta, Sartaguda, Milagro, Azagra). La represión que se abatió sobre Navarra tuvo que ver con las vicisitudes de la contienda, casi todas se produjeron, en los primeros momentos, con una voluntad clara de «limpiar la retaguardia».

Debemos hacer un esfuerzo por situarnos en el contexto histórico y en las incertidumbres del momento. Lo de que Navarra no era frente de Guerra, es una boutade, según eso tampoco lo era Tarragona y si se quiere saber la represión de las izquierdas seguir en …………Se discute si incluir, por asimilarlos a la acción de guerra o no, a los 225 muertos en la fuga del Fuerte de San Cristóbal de los que sólo 8 eran navarros. No se contabilizan los muertos en los bombardeos republicanos sobre localidades navarras, ni los religiosos, militares, políticos, etc., navarros asesinados en zona republicana.

La lista de alcaldes o ex alcaldes, es larga, sobre todo en la zona de la Ribera, donde las izquierdas y los republicanos tenían más presencia: Aibar, Arakil, Azagra, Alsasua, Buñuel, Cascante, Caparroso, Cárcar, Castejón, Corella, Cintruénigo, Estella, Falces, Fitero, Mendavia, Pitillas, Sangüesa, Santacara, Sartaguda, Tudela, Valtierra, Villafranca, Yesa.

En total, al margen de las discusiones entre los datos iniciales del general Salas Larrazabal (1.800 víctimas) y AltaffalyllaKulturTaldea (que en un primer momento hablaron de 2.800 víctimas), hoy ya van por cerca de los 3.500 sin dar datos fiables. Pero eso sí podemos concluir que la segunda cifra se acercaría mas a la realidad.